Tu destino cayó a mi celda
con la misma inocencia que yo.
Cualquiera pasa por la cárcel,
unos se quedan y otros no.
Dios me regaló la vida,
el diablo la suerte,
y vos tu amor.
Ahora si que no rió como antes,
río de alegría, no rió de detalles
Ahora si quiero vivir, verte feliz.
Vuelvo corriendo a mi cárcel de amor,
y en la soledad del silencio
escucho que me llamas...
Sólo para decirme que me extrañas,
solo para saber que estás ahí.
jueves, 24 de diciembre de 2009
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